lunes, 15 de enero de 2018



¿Por qué el cannabis es una medicina?


La planta del cannabis es una auténtica máquina de producción de compuestos biológicos. Sus flores sin- tetizan más de 100 compuestos que son exclusivos de la planta del cannabis y que se llaman cannabinoides, aparte de terpenos y flavonoides (que tienen también propiedades médicas), polifenoles, aminoácidos y vitaminas, entre otros muchos, llegando a producir hasta más de 500 compuestos químicos diferentes. El principal compuesto psicoactivo del cannabis es el THC (Delta-9-tetrahidrocannabinol), y también el principal agente terapéutico. Junto al CBD (cannabidiol), el otro compuesto activo importante de la planta pero que no tiene efecto psicoactivo, son los compuestos que hasta el presente más se han estudiado y a los que se les atribuyen más usos médico.

Hace tan slo dos décadas que se descubrió lo que hoy se conoce como Sistema Cannabinoide Endógeno (SCE), un sistema presente en nuestro organismo de señales químicas y receptores de cuyo depende que se produzca una cierta acción. Esto es, dentro de nosotros llevamos cannabinoides que se acoplan a unas proteínas específicas llamadas receptores para cannabinoides (RCB) para modular procesos fisiológicos concretos. De hecho, el sistema endocannabinoide es un sistema complejo cuyo papel principal es regular la homeostasis del organismo, esto es, restaurar el equilibrio endógeno, de ahí la importancia del estudio de los cannabinoides en la medicina moderna. 

Los principales endocannabinoides son la anandamida (araquidonoiletanolamida) y el 2-AG (2-araqui- donoilglicerol), aunque poco a poco se van descubriendo más. Los receptores sobre los que se acoplan los endocannabinoides son, principalmente, los llamados receptores CB1 y CB2, si bien hay otros tipos de receptores sobre los que actúan, así como procesos enzimáticos implicados en la acción de los cannabinoides, encargados igualmente de la regulación del SCE. Poco a poco se van descubriendo nuevos mecanismos y acciones del SCE, lo cual permite cada vez conocer mejor su papel en la implicación de diferentes enfermedades.

Los endocannabinoides actúan en el cerebro como neurotransmisores; esto es, como sustancias encargadas de transmitir la información entre neuronas para conseguir efectos fisiológicos específicos. El sistema de neurotransmisión endocannabinoide es muy singular respecto al resto de los sistemas de neurotransimisión como el dopaminérgico, el glutamatérgico o el serotoninértgico. En lugar de enviar los mensajes desde la neurona “emisora” a la neurona “receptora”, en el SCE dicho envío se produce al revés: cuando hay una alteración en el sistema neuronal, desde las receptoras se mandan endocannabinoides a las neuronas emisoras para que estas modulen su actividad. Por ejemplo, ante un accidente cerebrovascular se liberan grandes cantidades de un neurotransmisor llamado glutamato que puede lesionar las neuronas receptoras. En este caso, para contrarrestar dicha actividad, las neuronas receptoras envían endocannabinoides a las emisoras para que cese su actividad en un proceso retrógrado (en sentido inverso al de la transmisión), en un intento de evitar que se siga produciendo daño. Esto mismo ocurre con otros procesos neuronales, de ahí que el SCE, como se ha explicado arriba, sea fundamentalmente un sistema de regulación homeostática.



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